domingo, marzo 16, 2008

Día: martes 11 por la tarde...

Rendida…
…en mi cama…mirando mi pequeño cielo estrellado…las ideas y sentimientos no dejan de dar vueltas por mi cabeza…hago sumas y restas mentales…hay saldos en contra y beneficios…y estoy como quiero estar, soy total y absolutamente responsable de ello…no me puedo quejar…he logrado lo que he querido, pero sacrificando sin duda alguna tiempo, personas y sentimientos…he llorado en la soledad de la noche, abrazada a mis almohadas…los sacrificios son duros, complejos, sobre todo cuando he tomado la decisión de hacerlo sola…este periplo no ha sido fácil, pero no todo ha sido un viaje entre tinieblas, he tenido la suerte de que la vida me ha regalado unos tesoros maravillosos que he ido descubriendo en este camino…y sus sonrisas, sus palabras y sobre todo su dulce compañía, han hecho que esta migración sea sorprendente a diario…en más de una ocasión me he encontrado con una mirada especial, que me ha hecho cuestionar si detenerme o no por un tiempo para quedarme entre esos brazos que me brindan más de lo que podría desear, me quedo en ese lugar unos instantes, bajo mis revoluciones y me pierdo en una mirada, en el candor de un abrazo, en la pasión de un beso…pero decido dejarlo atrás y seguir mi rumbo…una vez tuve una guerra, y salí extremadamente herida y me prometí no volver a caer, no puedo ni quiero…y hace un par de semanas, en un lugar atestado de personas unos dulces ojos me hicieron detenerme. Extrañamente no dude en hacerlo…y pude ver lo que durante mucho tiempo buscaba, y decidí que podría hacer algo, para que, en una de esas, me quedara un ratito en un lugar…olvide mi incredulidad a las palabras , y creí…esta vez podría tener suerte, sentía que el cosmos se había alineado para mi y me estaba haciendo un regalo…y soñé como una quinceañera…desperté, lamentablemente me di cuenta de la cruda realidad…la vida no perdona un olvido así, menos lo hago yo…la realidad del día a día...me desmotivé, así de simple…tengo la certeza de que no quiero dar oportunidades a una mirada, que solo es eso: una mirada, tampoco debería creer en las palabras que surgen sin testigos, ni menos en las declaraciones que no tienen algún tipo de asidero. Para que mentir, si ya estoy grande y soy lo suficientemente fuerte para aceptar la verdad…pero que más da…y hoy, esta tarde recostada en mi cama, con un dejo de pena-melancolía y con una lágrima que visita mi rostro, he decidido tomar mi rumbo para concretar mis sueños y proyectos, para seguir con la loca idea de cambiar el mundo, regalando sonrisas y esperanza, en un mundo en que siento que ya no perdona…y yo sigo acá, recostada en una hamaca en mi balcón, esperando nada…

1 comentario:

El Doctor dijo...

Hace poco que una amiga quiso hacer un viaje conmigo.Fuimos a una agencia de viajes y yo me sentía triste mirando las propagandas de un mundo de mentira,un mundo de parque temático.Ella me preguntó por qué me sentía triste, y yo le respondí que todas las cosas bellas que tuvo el mundo están rotas y las hemos sustituído por hoteles impersonales y piscinas cutres.Es decir,que ya no me entusiasma viajar.Más tarde,en un café,me dijo que con la edad reímos menos.Claro,le respondí,porque nos damos cuenta de que la vida vá en serio.
Te cuento esto porque tu post me lo ha hecho recordar.
Un millón de sonrisas.