lunes, enero 07, 2008

Lunes.

En estos días, me ha sido inevitable no dejar de pensar en la libertad…en lo maravilloso que es andar por la vida, disfrutando cada día como si fuese el último…levantarse, mirar por la ventana y re-encantarse con cada rayo de sol que tenuemente se abre paso entre las cortinas de mi dormitorio…que exquisita sensación esa de caminar y sentir como la suave brisa veraniega refresca mi rostro…estos días han sido de tranquilidad, extraña paz o equilibrio que me ha visitado…y me ha regalado días de deliciosa soledad…..también han sido días de estar sentada largas horas (días casi completos) frente al laptop, estudiando, perdida entre las cientos de páginas de mis libros, y entre las miles de palabras que salen de mi mente….pero eso me ha dado el regalo de disfrutar la tierna compañía de Laura…estas tardes, en que el sol se ha hecho presente más que otros veranos, disfruto cada sorbo de agua que sacia la sed de mi cuerpo…sed que muchas veces no encuentra la calma, sed que en otras ocasiones ha perturbado la paz que logro encontrar…sed de vivir, sed de regocijarse en cada día….estos días que han transcurrido del año, he reflexionado en tantas cosas, pero principalmente me he detenido en quien soy, que es lo que quiero…ya que las personas que más sufren son aquellas que no saben que es lo que quieres…y quiero dejar de llorar, deseo dejar de sentir esa congoja constante en mi vida…pero al parecer la naturaleza es inherente a mi, y por muy feliz que pueda estar, siempre en mi mirada hay un dejo de melancolía….no puedo evitar ser quien soy, no puedo dejar de conmoverme frente a la belleza, y me re-encanto (aún) de las cosas que veo…en cada detalle….con el paso de los días, me sigo sorprendiendo de esos detalles…no quiero dejar de perder la capacidad de maravillarme ante lo más simple…ese es uno de los sueños de mi vida…y sigo sonriendo…no importa lo que pase en el mundo, lo mal que estén muchas cosas, lo destruido que puede estar una parte de mi espíritu, simplemente, es inevitable dejar de sonreir…

1 comentario:

El Doctor dijo...

En el momento en que dejamos de maravillarnos por los detalles representa de que hemos envejecido.Hoy la vejez no representa los años que tiene una persona sino la decadencia de la mirada.
Besos.