martes, diciembre 09, 2008

G...

Hoy tuve el encuentro más extraño que mi mente pueda recordar, estoy casi segura de que el corazón se me detuvo y la respiración se congeló. Después de tantos años, tantas lágrimas, tanto dolor, tanto amor…un día de octubre, me despedí…tus ojos se llenaron de lágrimas, me dejaste ir…y con ello una parte de mí murió. Recuerdo el viaje más agónico de mi vida, recuerdo haber dejado una parte en ti…huir era lo más fácil, desaparecer y poder empezar de cero, mas nunca lo logré. Tu fantasma me persiguió hasta el destino que había escogido. Soñaba con tus besos, tus caricias, tus brazos rodeándome…regresé…y acá estabas…esperándome, no lo se…me perdía en el océano de tus ojos y en la candidez de tu amor, estoy segura de que nunca he vuelto a amar como lo hice contigo. Amor fugaz, amor enfermo, amor destructivo, amor truncado…pero amor al fin y al cabo. De ese amor tan maravilloso que te hace hacer locuras que por nadie he vuelto a hacer…lo nuestro era un castillo sobre nubes…ese amor que te da las fuerzas para luchar y continuar viviendo, pero amor que día a día asesinaba a mi alma y mataba todo lo puro que el amor lúdico puede ser…una fría tarde de abril nos vimos y mi corazón se detuvo y me paralice ante tu dura presencia, mas tu mirada, esa mirada de la cual me enamoré perdidamente se había congelado en el tiempo. Por dentro seguíamos siendo los mismos, nada había cambiado…pero no podía ser ese amor, ya habías asesinado a una parte de mí, me prometí no volver a verte, el simple hecho de sentir tu respiración me seguía matando…huí, no podía seguir a tu lado, de hacerlo, no estaría hoy escribiendo estas líneas. Recuerdo haber llorado noche tras noche, recuerdo caminar por las calles en donde caminábamos, recuerdo sentir tu respiración mientras dormía, recuerdo escuchar el llamado a gritos silencios de mi alma pidiendo ayuda, recuerdo sentir como mi corazón se trizaba lentamente al estar contigo y sin ti. Los días pasaron y dejé de pensar en ti, mas siempre aparecías, te convertiste en mi fantasma. Inconciente o no sabías todo de mi, recuerdo caminar con temor por el parque, recuerdo haber sentido tu presencia en cada concierto al que iba, mas nunca te vi…pero siempre estabas en mi mente…los días se convirtieron en meses y éstos en años…hasta que un día de marzo supe que te habías ido con otra, al igual que yo. La diferencia, es que decidiste casarte, supe la razón y mi pasado y mis errores se hicieron presentes y estaban a mi lado segundo tras segundo. Siempre quedé con una interrogante en mi mente, la verdad, la triste verdad dio mil vueltas por mi mente, se convirtió en un acoso constante creado por mi mente y mis miedos y la soledad constante que siempre me han rodeado…volví a llorar, sin querer el tiempo volvió a transcurrir, más raudo de lo que podría haber imaginado. Las heridas se sanaron. Hasta que pude ponerme de pie, volví a nacer, con más fuerzas que en antaño. Eso me enseñaste, nunca olvidé lo que aprendí tomada de tu mano, jamás lo olvidaré, no podría ni quiero hacerlo. Hoy, al regresar de un simple día de compras, al cruzar la calle aparece una señora y me hace un par de preguntas, al acercarme a la esquina me encuentro contigo, pero no me detuve. Me negué a creer que eras tu, que mierda tendrías que estar haciendo por mis barrios, no eres de acá, no eres de ninguna parte, que cresta hacías por mis calles caminando, con tus hermosos ojos iluminando lo más oscuro, con tus ojos que me llevaban al infinito y me traían de regreso a esta tierra, no podías ser tu. Y el pasado volvió a aparecer…podría, habría, debería???????....no podrías haber sido tú, pero no hay nadie en este mundo ni el otro que tenga esa mirada, esa actitud. Definitivamente eras tú, más viejo, más solo, más simple, más sencillo, más tranquilo. Otra interrogante que se desvanecerá, que desaparecerá…no me detuve, el miedo se convirtió en pánico, me paralicé, mas continué caminando, el viento sopló con mayor intensidad, no apuré mi paso, caminaba con tranquilidad, hice oídos sordos a mi mente, pero a las cuadras siguientes me detuve y miré hacia atrás, sin convencerme. Un vendaval de ideas, de recuerdos estremecieron a mi ser, retomé la respiración y en un segundo volví a poner los pies sobre la tierra y recordé que hoy soy lo que soy en gran parte por ti, que he recuperado la capacidad de amar, de querer, de sonreír, de soñar de luchar, a pesar de que tu partida se llevó la mitad de mi alma, la mitad de mi amor, la mitad de mi ser. Nada importó, pude volver a sentir, con más pasión que antes, con más fuerza…supere al maestro, te supere. Nos superamos, nos olvidamos, nos perdimos…la única certeza que me rodea es el recuerdo de haberte amado como nunca volveré a amar, con esa pasión que se confunde con obsesión…a ti, al amor que se llevó mi amor…

1 comentario:

Anónimo dijo...

=O
mori con la entrada jajaj

ta wena, veo que te marco bastante,

cuidate mucho

un beso que estes bien